Capítulo 3

LOS NÚMEROS HABLAN...
Y A VECES HASTA GRITAN

Para sostener el triple impacto debemos tener claro primero cómo generar el impacto económico.

¿Alguna vez escucharon la frase “los números hablan”? Nosotras somos una arquitecta y una diseñadora transitando por el mundo del triple impacto, así que para nosotras los números nunca fueron algo fácil. Sin embargo, más de una vez hicimos cosas que hoy nos harían figurar primeras en “la lista negra del libro del empren- dedor”. Por suerte aprendimos y acá estamos para contártelo e impedir que cometas el mismo error.

El triple impacto tiene tres pilares: uno social, uno ambiental y otro económico, pero suele pasar que las empresas terminan olvidándose de este último. La realidad es que sin lo económico los otros dos impactos tienen muy poco alcance, quedarán acotados a cierta escala o, en el peor de los casos, serán imposibles de llevar a cabo.

Por eso siempre nos gusta remarcar que el primer impacto tiene que ser sí o sí el económico. Esa fue una de las razones por las que decidimos convertirnos en empresa como figura legal. Y elegimos que fuese una del tipo B Certificada, que genera una comunidad que para nosotras es muy importante, porque partiendo de la base de un buen negocio, se puede utilizar el movimiento de todo un mercado para potenciar estos impactos positivos en su entorno.

¿Qué es una Empresa B?

Entonces resulta fundamental para una empresa de triple impacto que el modelo de negocio se encuentre atravesado por estos tres pilares y no complementado por apéndices.

Al principio cuando uno intenta convertirse en empresa empieza haciendo un poco de todo y hay algunas cuestiones que terminan saliendo mal, ya sea por desconocimiento o porque no nos gusta hacerlo. Los números resultaban ser eso, una tarea tediosa y a la vez un enorme signo de interrogación. No sabíamos lo que era estar en rojo o entre paréntesis, hasta que un día nos tocó aprender que hay cosas con las que no podemos darnos el lujo de dejarlas al porvenir, como por ejemplo: que salga más dinero de lo que entra; sostener todas las unidades de negocios que dan pérdidas sólo con la única que funciona; sacar mal los costos (o en realidad no saber con certeza cuáles son); tener un local que no se sustenta asimismo; entre varias otras. Todas estas situaciones tienen que ver con no entender lo que pasa con los números, no saber leerlos y tener expectativas lejos de la realidad. Un buen manejo de los números nos permite tener los pies en la tierra, y cuando tu empresa se llama PAPA, ¿cómo crecer si no es bien plantada?

Si hablamos de local inevitablemente nos vuelve el recuerdo del nuestro, ése en el que depositamos tantos sueños proyectados en el aire. Ese que abrimos sin ningún tipo de experiencia previa, con cálculos un poco mentirosos hechos en base a ilusiones, lleno de gastos fijos y con muy pocos ingresos. Mientras las deudas se acumulaban, en lugar de tomar una determinación, seguíamos soñando con abrir más locales. Pero tuvimos la suerte de cruzarnos con “esa” persona que andábamos necesitando, alguien que no estaba dispuesta a mentirle al Excel, ni adornarlo con números inexistentes.

Nuestra tercera socia, Andi, fue el hada madrina de la empresa y con ella empezamos a entender más del asunto, aprendimos la importancia de delegar y dejar en manos de alguien de total confianza todo eso que nosotras no sabemos o no queremos hacer. Lo que nos encantó de Andi fue que nos llevó al grano directamente, y aunque recién estaba incorporándose al equipo, con total sinceridad, puso los números sobre la mesa y tuvo la claridad de mirar el modelo de negocio y decirnos que el local no iba. Nos mostró una planilla en la que los números eran claros. Los números no mienten y a veces hasta gritan, como en el rojito de esa planilla.

Nuestro hermoso local, tan lindo como insostenible.

Esta situación (ahora anécdota) nos enseñó que cuando hay que tomar una decisión no hay que pasarla solo por el filtro emotivo, sino que es necesario ser crítico.

Hoy felizmente Andi forma parte de esta sociedad, y es una pieza fundamental en este engranaje, tanto que todavía nos preguntamos cómo hicimos para sobrevivir sin ella.

Queremos transmitirles serenidad y contarles que los números se pueden domar. Por eso vamos a pasarte 8 tips que mentores y grandes allegados del mundo emprendedor nos enseñaron, y que nos parecen fundamentales para no temerle a los números.

¡Ahí van!


TIPS PARA TENER EN CUENTA

01.
Pagar enseguida y cobrar a mediano o largo plazo es un problema

Problema:

Cuando tenés un negocio en el que los clientes te pagan a un plazo más largo del que vos les pagás a tus proveedores, es necesario que tengas dinero disponible de manera permanente. Sabemos que, hasta crecer, es una condición difícil contar con esto y hasta se te puede volver en contra. Lo que sucede es que para poder seguir vendiendo más necesitás poder pagarles a tus proveedores aunque tus clientes todavía no te hayan pagado. Como si todo esto fuese poco, algo que complica aún más esta situación, es el tiempo que te lleva producir. Podría pasar que lograras pagar y cobrar a 30 días, pero si te lleva dos meses que tus insumos se conviertan en productos terminados y vendibles, se vuelve necesario sostener ese período de producción en el que no entra dinero por ningún lado.

Consejo:

Tené en mente que hay que sustentar tu capital de trabajo mientras producís. Intentá cobrarles anticipos a tus clientes, ya que es lo que te va a permitir pagarles a tus proveedores. También, tratá de que tu proceso de producción sea lo más eficiente posible para evitar tener insumos parados mucho tiempo.

02.
El costo de tu producto no puede ser mentiroso

Problema:

No saber el precio de tu producto puede traerte sorpresas. No se debe subestimar este detalle porque es lo que después trae como consecuencia terminar trabajando gratis o, lo que es aún peor, trabajando a pérdida. Es un error muy común que solemos cometer los emprendedores y que deriva en problemas financieros.

Consejo:

Simplemente comenzá por agarrar lápiz y papel y escribí todos los pasos y costos asociados para generar un producto. No te olvides de calcular los gastos proporcionales de cosas como la oficina, la luz, el gas, el teléfono, la conexión a internet, el tiempo de tus empleados y/o socios, la comunicación, la logística, los impuestos y los intereses en el caso de que se haya pedido algún tipo de crédito para llevar adelante el proyecto1. Es necesario revisar periódicamente esta lista. ¿Cada cuánto? ¡Todas las veces que lo creas necesario! Si cambian o suben los precios de tus servicios, compras de casa o combustible seguramente sea el momento de volver a revisar tu planilla de costos. La idea es que ese ejercicio se vuelva un hábito saludable. A nosotras nos llevó un buen tiempo terminar de entenderlo, pero no nos quedó otra alternativa, porque vendemos productos que suelen ser personalizados y eso los encarece más. ¡No te olvides! A mayor customización, mayor detalle en los costos2. Todos esos detalles extras, personalizados para un cliente, tienen un costo de adaptación, hay que tener en cuenta que alguien los paga y muchas veces tal vez sos vos.

03.
Reconocé cuáles son tus productos más rentables

Problema:

Tener muchos productos distintos y no saber cuáles de ellos son los más rentables. En el caso de que no fuera un producto o un servicio, igualmente necesitás saber cuál es la unidad de negocio más rentable. Supongamos que te dedicás a la venta de productos de bazar y además cobrás por hacerles asesoramientos de decoración a tus clientes. Necesitás saber cuál de todas esas es la que te deja mayores ingresos y de esta forma vas a poder proyectar a futuro la rentabilidad de los próximos meses.

Consejo:

Si no tenés idea de cuál es la rentabilidad de cada producto por lo menos asegurate de saber qué línea productiva es la que te da más ganancias.

04.
Sabé qué tiempo le dedicás a cada cliente

Problema:

¿Te pasó de tener clientes que consumen mucha de tu estructura? Eso es algo que muchas veces se nos pasa por alto. Hay clientes que insumen más atención y energía de lo habitual. Tendemos a poner a su disposición todo lo que tenemos a nuestro alcance intentando darles siempre lo mejor, pero eso tiene un costo y no debemos olvidarlo pues de lo contrario baja nuestra rentabilidad.

Consejo:

Tomate el trabajo de reconocer (monitoreá y anotá) qué tiempo le dedicás a determinados clientes. Te va a servir para agregarlo como un costo extra la próxima vez que le tengas que presupuestar algo.

05.
Si tus ingresos son variables no te metas en gastos fijos

Problema:

Si no estás segura de conocer el ingreso de dinero a tu negocio estás en un problema. Esa es otra cosa que nos llevó un tiempo entender, pero cuando lo hicimos nos aclaró para siempre el panorama. Si no hay una entrada segura por mes es imposible sostener cualquier tipo de gasto fijo. ¡Ni hablar de uno tan alto como lo es un alquiler! Ahora nos resulta de lo más obvio, pero en algún momento no lo fue.

Consejo:

No te olvides que no es posible sostener gastos fijos mensuales si no sos capaz de generar ingresos que sí lo sean.

Es necesario que conozcas tu negocio a fondo. Muchas veces compartir estructuras y equipos ayuda a reducir costos... ¡el valor de cooperar!

En nuestro caso se solucionó cuando decidimos dejar de alquilar un local e instalamos la fábrica en un ecosistema que está en plena construcción (lo cual nos permitió bajar los gastos fijos de una manera considerable).

06.
Contá con una estrategia impositiva

Problema:

Te convertiste en empresa pero te seguís manejando como un reciente emprendedor mezclando gastos personales con el emprendimiento.

Consejo:

Tener un buen contador es absolutamente clave. Uno que sea capaz de involucrarse más allá de hacer balances y de liquidar impues- tos, sino que conozca como vos ese producto o servicio que estás vendiendo. Alguien de plena confianza que entienda tu negocio de verdad porque no todos los rubros son iguales.

07.
Contá con una estrategia de precios

Problema:

Es importante poder entender los ciclos, los tiempos del mercado y la competencia. Lamentablemente estamos muy acostumbrados a crisis y procesos inflacionarios pero es necesario reconocer cuándo es posible bajar o subir algún precio y cuándo no, ya que se nos puede volver perjudicial para nuestra marca.

Consejo:

Sé claro con la estrategia para los distintos clientes que tenés. Tené siempre presente el costo de tu producto o servicio, compará pre- cios con otros similares en el mercado, actualizalos en tandas. A modo de ejemplo, en la pandemia, nosotras quisimos confeccionar tapabocas que fueran muy accesibles para poder seguir dándole trabajo a las mujeres con las que trabajamos. Sin saber si podríamos mantener ese valor, les avisamos a nuestros clientes que el próximo mes podrían sufrir modificaciones1. ¡Adelantate!

08.
Revisá tu cashflow (como mínimo) una vez por semana

Problema:

Los emprendedores solemos subestimar los ingresos y sobreestimar los egresos.

Los emprendedores solemos subestimar los ingresos y sobreestimar los egresos. Nos resulta más fácil administrar en épocas de crisis que cuando nos empieza a ir mejor. Sabemos medirnos cuando no nos sobra: compramos mejor y más barato, comparamos precios, pedimos presupuestos. En cambio cuando empezamos a tener más dinero disponible solemos no hacer muy buenos negocios.

Consejo:

Mantené las planillas de movimiento de flujos de ingreso/egreso lo más simple posibles. ¡Es indispensable entender nuestro flujo económico! Generalmente terminan siendo los pequeños gastos (aquellos que parecen insignificantes de contabilizar) los que nos generan más gastos. Establecé un monto semanal para gastos, esos que ya sabes que vas a tener, como viáticos o mensajería. También, anotá para una semana después aquellos ingresos que esperás que lleguen antes pues siempre existen los imprevistos o cambios de planes.

¡No te quedes solo embelesado con la idea de negocio, también tiene que ser rentable!


BONUS TRACK

Establecé alarmas para:

  • Si vendés un producto debés saber cuánto stock tener, el flujo de ese stock y poder asegurar la reposición (costo de reposición).

  • Si proyectaste más trabajo del que realmente cerraste y pudiste llevar a cabo. Es decir, saber cuántos proyectos en cierta can- tidad de tiempo necesitas para poder solventarte.

Para cerrar les compartimos una frase que una vez nos dijo un mentor de Loren, Javier Gonzalez Pedraza, y se quedó con nosotras:

“No hacer los números es no detectar dónde están esas miles de hormigas que se llevan un peso todos los días”.

Como te dijimos al principio, los números hablan y a veces hasta gritan... pero incorporando algunas herramientas y tips es posible lograr que hablen más bajo y no molesten.

Recordá siempre que el impacto económico es fundamental para que el social y el ambiental puedan funcionar.

MERENGUE DE NUECES

Una tarta a base de frutas y CLARAS, como ve Andi siempre las cuentas, BIEN CLARAS.

Ingredientes

  • 65gr. de manteca - 3 claras

  • 150gr. azúcar

  • 50gr. harina

  • 100gr. nueces procesadas - Maracuyá

  • Crema

  • Dulce de leche

  • Frutas varias

Procedimiento

  • Batir claras - empezamos despacito

  • Agregar azúcar de a poco

  • Batir a nieve

  • Agregar nueves procesadas

  • Agregar manteca fundida - derretida y fría

  • Agregar harina tamizada, despacito.

  • Hacer tres discos sobre papel manteca.

  • Llevar al horno BAJO (160/170) hasta estar hechos, aprox 20 min pero se van fijando. Tiene que estar durito por fuera.

  • Decorar con dulce de leche, maracuyá, crema y tus frutas favoritas.


Gracias Marcia Kyrigier por enseñarnos estas delicias y mezclarnos en ese gran grupo de cocina en el que nos conocimos con Andi. Le dedicamos esta receta a ella y a nuestros compas: Alain, Cami, Agus, Ani y Vane.


Este libro está inspirado en el podcast que grabamos durante la pandemia, en el cual contamos nuestra receta para cocinar proyectos con propósito, impacto y sabor.

Cada capítulo tiene un episodio del podcast para seguirlo para pasear mientras nos escuchan conversando sobre recetas.

¡Bon appétit!

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